El entrenador húngaro Emérico Hirschl lo tenía visto, sabía que jugaba bien y que tenía que tener una chance. El campeonato de 1935 comenzaba el 17 de marzo y River iba a enfrentar a Platense por la primera fecha, con un joven desconocido entre sus titulares.

En su primera etapa en River compartió delantera con otros grandes jugadores como Carlos Peucelle, Renato Cesarini y Bernabé Ferreyra. Jugó desde 1935 hasta 1944 convirtiendo 160 goles en 263 partidos y conquistando los campeonatos locales de 1936, 1937, 1941 y 1942, además de la Copa Aldao en 1936, 1937 y 1941.
En 1944 abandonó el club Millonario para recalar en el Real Club España de México y como de costumbre ganó el campeonato local en 1945. Gracias a su pasó por las tierras aztecas se ganó el apodo del Charro que lo acompañaría de por vida.
Después de su pasó por México, en 1946 Moreno retornó a River para seguir haciendo historia. Con Carlos Peucelle ahora como entrenador, formó parte de “La Máquina”: un equipo arrollador que identificó a lo largo de la historia al fútbol argentino. Con la delantera que integraba junto con Juan Carlos Múñoz, Adolfo Pedernera, Ángel Labruna y Féliz Loustau marcó 24 goles en 64 partidos y conquistó en 1947 el
campeonato argentino y la Copa Aldao.
Una huelga de jugadores hizo que el Charro dejará esta segunda etapa exitosa en el club de Nuñez y recalará en la Universidad Católica de Chile donde fue campeón en 1949. Al año siguiente el ídolo riverplatense pasó a jugar a Boca, club del que confesó ser hincha, y fue subcampéon del torneo argentino en 1950. Un año estuvo en el Xeneize, ya que en 1951 volvió a la Universidad Católica, luego en 1952 pasó por Defensor de Montevideo, en 1953 retornó a la Argentina para jugar en Ferro. Por último, en 1954 llegó a Independiente Medellín donde, a pesar de estar en el ocaso de su carrera, demostró ser uno
de los más grandes jugadores de fútbol saliendo campeón en 1954 y 1957.
Se retiro en 1957 jugando para Independiente Medellín en un partido amistoso frente a Boca, donde a falta de 5 minutos para que terminara el juego, levanto los brazos y saludo a la hinchada anunciando que dejaba el fútbol.
Moreno vivió sus últimos años en la localidad de Merlo, dirigiendo al Deportivo Merlo en la divisional C, en 1977 y 1978. Tras su muerte, ocurrida el 26 de agosto de 1978, el estadio de Merlo fue bautizado con su nombre y al equipo comenzó a conocérselo como “Los Charros”.
Por Gastón Ninin (@gastininin)
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