jueves, 13 de marzo de 2014

Matthias Sindelar: el crack que se burló de Hitler

Matthias Sindelar era diferente. Considerado el “Mozart del fútbol”, el austriaco era uno de los mejores futbolistas del mundo en los años 30, pero no solo por su buen juego se lo recuerda, sino por su corazón. Su clara oposición a vestir la camiseta alemana y apoyar al régimen nazi, lo llevó a perder la vida en 1939, pero meses antes, en el que sería su último partido, dejó un recuerdo memorable: festejó un gol bailando en la cara de Hitler.

Nacido en 1903 en Kozlov, una aldea perteneciente al Imperio Austro-Húngaro, Sindelar fue considerado el mejor jugador del mundo en los años 30 y llevó a Austria a los primeros planos del fútbol mundial, gracias a su talento indiscutido.

Austria Viena, el club más poderoso y popular del país, lo sumó a sus filas a los 16 años. En total ganó con su equipo ganó cinco copas de Austria, un torneo de liga y dos Mitropa Cup (similar a la Champions League en los ‘30). En 1926 fue convocado por primera vez a la selección y con su liderazgo se formó el conocido Wunderteam, un once titular que en la década del 30 llegó a perder sólo cuatro partidos en 50 encuentros.

En 1934, Austria era uno de los grandes candidatos a quedarse con el título en el Mundial de Italia, pero Sindelar se encontró en semifinales con Italia y Benito Mussolini. Austria perdió por 1 a 0 pero el arbitraje de ese encuentro fue muy favorable para los locales. Sindelar fue víctima de la marca agresiva y excesiva del italo-argentino Luis Monti, y a pesar de ello, marcó dos goles que fueron anulados de manera incorrecta.

En la previa del Mundial de Francia 1938, Hitler y los nazis habían ocupado Viena y establecieron el Anchsluss, la anexión de Austria en el seno del III Reich. Hitler buscó que la selección de Austria y Alemania se fusionaran, obteniendo así, al Wunderteam.

Sindelar se negó a jugar para alguien que había matado a tantas personas, por lo que fingió lesiones y convenció a su entrenador Herbenger que no lo convocara para los partidos del seleccionado. El desenlace final con la selección alemana se dio en el partido despedida del Wunderteam: Austria se enfrentaba en un “amistoso” con Alemania, y Hitler dio la orden de que los futbolistas austriacos no le anotaran a los alemanes.

Sindelar decidió participar de ese partido, siendo el capitán. Durante el primer tiempo, el delantero se cansó de esquivar rivales y de llegar ante el arquero, pero pateaba la pelota afuera y volvía a su campo. Todo cambio en la segunda parte: Sindelar marcó un tanto y en el segundo tanto asistió a Nausch. Luego de ese gol, se pararon frente al palco alemán y empezaron a bailar.

La humillación que sentía el régimen nazi por parte de Sindelar, y su posterior rechazo al seleccionado alemán para el Mundial, hicieron que Matthias entrara a las listas negras junto a Nausch. No lo dejaron jugar más, tuvo que esconderse y fue declarado desaparecido durante meses. Nausch logró huir a Suiza, pero Sindelar y su mujer, también judía, Camila Castagnola no pudieron.

El 23 de enero de 1939 fue encontrado muerto en su casa junto a su esposa: murieron por intoxicación de monóxido de carbono debido a un escape de gas que hasta pudo haber sido provocado por él mismo en un acto de suicidio, aunque nunca se ha descartado que los nazis lo hayan hecho ellos mismos.

Más de 40.000 personas despidieron al gran futbolista en Austria, el único que fue capaz de desafiar en la cara a Hitler y a su régimen nazi. Nunca se sabrá si fue un suicidio o un asesinato, pero Sindelar será recordado por siempre, por su gran talento y por su gran valentía.

Por Daniel López (@danilopez1414)

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