martes, 24 de diciembre de 2013

La tregua de Navidad

El 24 de diciembre de 1914, en medio de la Primera Guerra Mundial, soldados alemanes y británicos decidieron parar de pelear para la Nochebuena y Navidad (sin permiso de sus respectivos Ministerios de Defensa), y al día siguiente, un soldado británico sacó una pelota de fútbol, y soldados de ambos frentes se unieron en un partido. Dejaron las armas y celebraron la Navidad en paz y con una pelota de por medio.

El asesinato en Sarajevo del heredero al trono austriaco, el Archiduque Francisco Fernando, fue el detonante de la guerra. El Imperio austrohúngaro, el alemán y el otomano conformaban el grupo de las Potencias Centrales; Francia, Reino Unido y el Imperio ruso se encontraban del grupo de los Aliados.

Durante la primera etapa del conflicto, se desarrolló lo que se conoce como “guerra de trincheras”. La mayoría de ellas estaban ubicadas en la frontera franco-belga y allí murieron miles de soldados. Cinco meses después de iniciada la guerra, soldados británicos y alemanes que peleaban a lo largo de la línea de trincheras que iba de Ypres a Neuve Chappelle decidieron parar de pelear para la Nochebuena y Navidad.

En la noche del 24, compartieron charlas, comidas, canciones y aprovecharon para escribir cartas a sus seres queridos. Al otro día, un soldado escocés apareció con una pelota de fútbol, y rápidamente británicos y alemanes realizaron un partido, que ganaron los alemanes por 3 a 2. El partido se acabó cuando el Oficial en Jefe alemán tuvo constancia del hecho y ordenó que el encuentro se terminara, y después de dicha orden, ambos bandos regresaron a sus trincheras y la fraternidad terminó.

El teniente alemán Johannes Niemann contó: “Un soldado escocés apareció cargando un balón de futbol, y en unos cuantos minutos ya teníamos juego. Los escoceses hicieron su portería con unos sombreros raros, mientras nosotros hicimos lo mismo. No era nada sencillo jugar en un terreno congelado, pero eso no nos desmotivó. Mantuvimos con rigor las reglas del juego, a pesar de que el partido sólo duró una hora y no teníamos árbitro. Muchos pases fueron largos y el balón constantemente se iba lejos. Sin embargo, estos futbolistas amateurs a pesar de estar cansados, jugaban con mucho entusiasmo. Nosotros, los alemanes, descubrimos con sorpresa cómo los escoceses jugaban con sus faldas, y sin tener nada debajo de ellas. Incluso les hacíamos una broma cada vez que una ventisca soplaba por el campo y revelaba sus partes ocultas. Sin embargo, una hora después, cuando nuestro Oficial en Jefe se enteró de lo que estaba pasando, mandó a suspender el partido. Un poco después regresamos a nuestras trincheras y la fraternización terminó. El partido acabó con un marcador de tres goles a favor nuestro y dos en contra. Fritz marcó dos, y Tommy uno”.

En uno de los tantos actos conmemorativos que se realizarán hasta 2018 por el centenario de la Primera Guerra Mundial, el Ministerio de Asuntos Exteriores británico y la federación inglesa anunciaron hace unos días que financiarán la construcción de un campo de fútbol cerca donde se produjo ese partido, en Ypres. La idea es organizar un torneo juvenil con equipos de toda Europa para “continuar los mensajes de paz y entendimiento, que se asocian con el partido original de la tregua de Navidad de 1914″, según declaró Ged Roddy, director de los Juveniles de la Premier League.

En plena guerra, el fútbol sirvió de unión entre dos bandos enemigos que compartieron un momento de paz con una pelota de por medio y sin armas en su poder. Una Navidad que disfrutaron como futbolistas dejando de lado la enemistad, aunque sólo fuera por unas horas.

Por Daniel López (@danilopez1414)

viernes, 20 de diciembre de 2013

Entre armas y fascismo, el "Grupo Salvaje" del Lazio

El Scudetto italiano del 73/74 no fue un campeonato más. Fascistas confesos habituales de la noche romana, armas y fútbol se juntaron en la Lazio dirigida por Tommaso Maestrelli. Un equipo dividido a muerte en un vestuario comandado, por un lado, por el goleador y figura Giorgio Chinaglia. Y por el otro, el lateral izquierdo y habitué del paracaidismo en sus ratos libres, Luigi Martini.

"Éramos el reflejo de una época violenta, casi de guerra civil, y había que definir de qué parte se estaba", reflejó años después el arquero del conjunto lazial Felice Pulici. Los cruces en los entrenamientos se volvían batallas y equivocarse de vestuario podía costar un botellazo.

Ni los buenos resultados cambiaron el ambiente de un plantel que vivía armado en las concentraciones porque según propia palabra de los jugadores “temían un atentado de las Brigadas Rojas”. Apuntar a las botellas vacías, pájaros y luces era el juego predilecto de este equipo. Sergio Petrelli, defensor Biancocelestti, cansado de levantarse a prender y apagar las luces, utilizaba su Magnum 44. Pero eso no era suficiente para Petrelli. Un día, tras un amague de ataque de unos fanáticos de la Roma probó, desafiante, a su compañero exjugador del equipo rojo Giacomo La Rosa al grito de  "ahora vamos a ver si realmente sos del Lazio", y le disparó a las piernas. La Rosa permaneció una semana en cama con 40 grados de fiebre.

Los pistoleros del Lazio lograron la coronación en la anteúltima fecha venciendo 1 a 0 al Foggia, con Chinaglia convirtiendo 24 goles y consagrándose en el ídolo máximo de los tifosis. "Long John", como le decían a Chinaglia, estaba en la cresta de la ola. Su debut con el “Toto” Lorenzo, los ascensos y descensos habían quedado atrás.

Luego del título, “Long John” recibió una jugosa oferta y se fue a jugar al Cosmos de Pelé y Beckenbauer donde era más que un jugador: "A Pelé -contó Chinaglia en una de sus entrevistas- primero le hablé como jugador. Le dije que jugara más por afuera, que me dejara más espacio por el centro. No lo tomó bien. Y entonces, como además de jugador yo también era dirigente del Cosmos, le dije: O lo haces o te vas."

Tras su paso por los Estados Unidos, Chinaglia logró la presidencia del Lazio en 1983, pero no le fue nada bien. El descenso a la Serie B y un escándalo de sobornos fueron lo único destacado de su vida como dirigente. En el año 2006, persistente, “Long John” volvió a la carga por la presidencia como cara de un grupo inversor húngaro que quería comprar las acciones del club y devolverlo al alto mando. Utilizando cualquier tipo de medio de persuasión, Chinaglia contrato a cuatro ultras de la afición lazial conocida como los “irreducibili”. Estos aprietes al presidente y al entrenador de los matones, tuvieron como desenlace, a los “irreducibili” en la prisión y a Chinaglia condenado por aprietes y amenazas teniéndose que ir a los Estados Unidos, donde murió de un ataque cardíaco en abril de 2012.

Los casos de corrupción no solo quedaron en el goleador del equipo. Pino Wilson, el principal aliado de “Long John” en el vestuario, fue condenado por corromper a jugadores para arreglar partidos en el escándalo del Totonero de 1980, que envió a Lazio y Milan a la B. También Martini, su archienemigo en el vestuario, fue implicado en un caso de corrupción como diputado neofascista.

En la memoria de los tifosis laziales quedará el entrenador Maestrelli que murió de un cáncer de hígado en 1976, dos años después del título y el volante Luciano Re Cecconi, que cuarenta y seis días más tarde, en una acción que describía al “grupo salvaje” de pies a cabeza entró a una joyería bromeando: "Arriba las manos, esto es un asalto”, y el joyero lo mató de un balazo en el pecho.

Por Gastón Ninin (@gasty93)

jueves, 19 de diciembre de 2013

“Un equipo, Un Presidente para River”

A las 20 hs. del último domingo, Rodolfo D’onofrio comenzó a festejar y a sentirse el nuevo presidente de River Plate. El 55 % de un padrón electoral récord en la historia “Millonaria” hicieron que la diferencia con los otros candidatos sea irreversible.

Nacido en Ramos Mejía, asistió a la escuela Nº 4 General San Martín y cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires, para luego ingresar a la Facultad de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires y recibirse de Licenciado en Economía en 1970.

Hoy es un economista con una vasta experiencia profesional y empresarial. El nuevo dueño del sillón de Leopoldo Bard,  ha sido Presidente de la Asociación Argentina de Compañías de Seguro, vicepresidente de F.I.D.E.S (Federación Interamericana de Seguros), director de Activa AFJP, director de La Caja de Ahorro y presidente de La Caja ART. En la actualidad, Rodolfo es presidente de Conprefin (Consultora Previsional y Financiera) y presidente de La Estrella Compañía de Seguros.

Su historia con River Plate comenzó desde la cuna cuando su padre, Raúl D’onofrio, presidente de la AFA en los años 1971 y 1972, lo asoció al apenas nacer. Rodolfo, socio vitalicio del Millonario, a su vez, les transmitió esa pasión a su mujer, a sus hijos y a sus nietos, asociándolos y posibilitando que cuatro generaciones compartan el mismo orgullo.

Desde 2005 hasta 2009 Integró la Comisión Directiva como vocal titular por la oposición y fue participe de varias votaciones importantes entre la que se destaca su voto negativo a la operación que se basaba en la venta del 30 por ciento de 16 jugadores de inferiores, Gonzalo Higuain, Juan Pablo Carrizo y Diego Buonanotte, entre otros.

En 2009 decidió lanzar su candidatura a la Presidencia de River Plate pero en una elección que dejó más dudas que certezas, perdió contra Daniel Passarella por tan solo seis votos.

En estas elecciones no quiso que le sucediera lo mismo y armó, según declaraciones de socios, “una de los mejores equipos de trabajo de los últimos 20 años”, con gente joven con experiencia y los máximos ídolos de la historia riverplatense a su lado. En su lista lo acompañan: Jorge Brito, gerente general del Banco Macro, y Matías Patanian, CEO de Aeropuertos Argentina 2000, como sus Vicepresidentes.

Por el lado de los ídolos, Amadeo Carrizo, legendario arquero de La Banda, ocupará el cargo de Presidente Honorario. Restan detalles para que Enzo Francescoli encabece la secretaria técnica que contará con Norberto Alonso, Ubaldo Filliol y Leonel Gancedo entre sus filas, y Ariel Ortega sería ayudante de campo de Gustavo Zapata en la reserva.

Todos estos aspectos fueron lo que provocaron que el socio elija “Un equipo, un Presidente para River”, slogan de su campaña, para que gobiernen a una de las instituciones más grandes.

Por Ramiro Monteverde Larrouyet (@ramamonteverde)

jueves, 5 de diciembre de 2013

Mandela y el fútbol: Makana Football Association

El jueves 5 de diciembre de 2013 no va a ser una fecha más en la historia de la humanidad, porque Nelson Mandela nos dejó pero su legado nunca se va a borrar.

Símbolo de la lucha contra el Apartheid, Mandela nunca abandonó sus ideales. Conocida es su relación con el deporte siendo clave en la organización de los Mundiales en Sudáfrica de rugby en 1995 y de fútbol en 2010, pero no todos saben que esta relación con el deporte comenzó mucho antes de su asunción a la presidencia. En 1967, mientras cumplía su condena por su postura política en la prisión de la isla Robben, Mandela creó junto con el apoyo de otros prisioneros la Makana Football Association, si una liga de fútbol en la cárcel más temible del mundo.

Como no podía ser de otra manera, el nombre de la liga fue tomado del nombre de un viejo luchador social al que varios de los ahí recluidos, incluido Nelson Mandela, veían casi como un ídolo: Makana Nxele, que a principios del siglo XIX fue encarcelado y murió en la Isla de Robben.

Debido a las restricciones que regían la prisión, la consolidación de la liga no fue para nada sencilla. A los reclusos no se les permitía practicar ningún deporte en sus tiempos libres y esto desencadeno en una lucha de tres largos años logrando el derecho de jugar al fútbol a partir de 1967.

La única foto obtenida de un partido de la Liga Makana
La Cruz Roja Internacional tuvo un papel determinante por la presión ejercida a las autoridades de la cárcel para que los reclusos pudieran jugar. Al final consiguieron que los presos jueguen 30 minutos durante todos los sábados. Ya en 1969, la liga era una realidad y el interés por el fútbol había llegado a todos los rincones de la isla.

Los ideales de Mandela se cristalizaron en las reglas de la liga Makana: todos los presos, sin importar la calidad, pensamiento político ni religión, podían formar parte de un equipo, por lo que se crearon tres divisiones. Se regía, gracias a un reglamento que había en la biblioteca, con las reglas FIFA siempre con un espíritu justicialista y honesto.

Con el fin del Apartheid y el cierre de la isla Robben llegó el fin de la Makana Football Association, pero como lo demostró después en su gobierno, el fin del deporte y la igualdad gracias a Mandela nunca llegó.

Por Gastón Ninin (gasty93)

martes, 3 de diciembre de 2013

Lothar Matthäus: Más partidos que nadie en Mundiales

El sueño del pibe es jugar un Mundial. En Alemania, más precisamente en Erlangen, el 21 de marzo de 1961 nació el pibe que más veces cumplió su sueño.

Lothar Herbert Matthäus o simplemente Loddar como lo apodaron en su pueblo comenzó su carrera futbolística en un pequeño club de Herzogenaurach, donde la compañía Adidas tiene su sede, y no paró hasta convertirse en el jugador con más partidos en la historia de los mundiales.

En sus planes no estaba ser futbolista profesional cuando comenzó a estudiar decoración de interiores luego de finalizar su etapa escolar, pero su citación a los 18 años a la selección nacional juvenil cambio el rumbo por completo. La atracción de la Bundesliga fue inminente y el Borussia Mönchengladbach no tardó en ficharlo.

Luego de debutar en la selección mayor en la Eurocopa de 1980, el talentoso mediocampista tuvo la oportunidad de estar en el plantel subcampeón del Mundial de España 1982, sin un papel preponderante ya que Paul Breitner era el patrón de la media cancha en ese equipo alemán.

El Mundial de México 1986 lo encontró a Matthäus en un gran momento. Su traspaso en 1984 al Bayer Munich le dio un salto de calidad que demostró en el seleccionado, llevándolo a la final de un torneo que no pudo conquistar por Maradona y compañía. Nuevamente el podio lo encontraba en el segundo escalón.

La tercera es la vencida dicen y Loddar lo confirmó. Tras fichar para el Inter de Milán en la temporada 88/89 Italia era su lugar y en el Mundial del ’90 Diego no pudo con él. Por tercera vez consecutiva Alemania participaba de una final y el penal convertido de Brehme frente a la Argentina le dio el título que tanto quería. La Copa del Mundo tan deseada ya estaba con él.

Los éxitos de los otros tres mundiales no se pudieron repetir en Estados Unidos ’94 y Francia ’98. Alemania quedó eliminada con Bulgaria y Croacia respectivamente, pero Loddar, jugando en su nueva posición como marcador central, logró estirar la cantidad de partidos con la selección germana.

En total Matthäus jugó 25 veces con la camiseta alemana en mundiales convirtiendo 6 goles.

Por Gastón Ninin (@gasty93)

martes, 26 de noviembre de 2013

Il grande Torino: El equipo al que lo venció el destino

Cinco títulos consecutivos de liga lo llevaron a ser considerado uno de los mejores equipos del mundo, pero al Torino de Italia lo venció el destino: el 4 de mayo de 1949, un accidente aéreo, a la vuelta de un partido homenaje en Portugal, dejó un saldo de 31 muertes, incluyendo a los 18 jugadores del plantel que habían viajado.

Torino no era cualquier equipo en ese entonces. En los años 40, el presidente del club, Ferruccio Novo, fichó a grandes jugadores y formó un gran equipo. Fue el primero que jugó con un 4-2-4, 10 años antes que el Brasil del ’58, y consiguió cinco títulos entre 1942 y 1949 (entre el ‘43 y el ‘45 no se disputó la liga por la Segunda Guerra Mundial). Además, se mantuvo invicto de local durante 93 partidos (83 victorias, 10 empates y 471 goles a favor).

Cuando el 3 de mayo el plantel de Torino viajaba hacia Lisboa, nadie imaginaba un suceso semejante en su regreso. El equipo había viajado hasta Portugal para formar parte del partido homenaje al capitán del Benfica, “Xico” Ferreira, y aunque el club turinés se disponía a jugar los últimos 4 partidos de liga que lo tenían como puntero, su capitán Valentino Mazzola insistió en jugar.

Ese 4 de mayo, la visibilidad en las afueras de Turín era muy mala y cuando faltaban sólo 20 kilómetros de viaje, el avión Fiat G212 se estrelló contra la basílica de Superga y desde ese día se conoce a este acidente como la Tragedia de Superga.

Los 18 jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y acompañantes, murieron en el accidente. El técnico de la selección italiana, Vittorio Pozzo, fue llamado para identificar los cuerpos porque conocía muy bien a los jugadores de Torino, ya que eran la base del seleccionado.

Sauro Tomá fue el único jugador de Torino que no había viajado a Lisboa porque tenía un problema en sus meniscos, y decidió quedarse en Italia. Él fue el único sobreviviente de ese equipo y todos los 4 de mayo concurre al lugar del accidente en homenaje a sus compañeros.

En las 4 fechas que faltaban disputarse, Torino presentó su equipo juvenil, y sus rivales (Genoa, Palermo, Sampdoria y Fiorentina) hicieron lo mismo. El equipo de Turín logró obtener el quinto título consecutivo y quedó inmortalizado como uno de los mejores equipos que dio la historia del fútbol italiano.

El 29 de mayo de ese año, River viajó a Turín para un partido a beneficio de los familiares de las víctimas y enfrentó a un combinado de la Serie Ha llamado Torino Símbolo. El “Millonario” viajó con todas sus figuras (Alfredo Di Stéfano, Ángel Labruna, Amadeo Carrizo, Pipo Rossi, entre otros), y a pesar de que el costo de las entradas era muy caro, el estadio se llenó por completo y tuvo gran repercusión en Italia.

Años más tarde, el conjunto turinés le agradeció al equipo argentino y al día de hoy, presenta una camiseta con una banda transversal color bordo en el pecho, similar a la de River.


Al día de hoy, Torino se encuentra en la Serie A y, a pesar de no tener la popularidad que tenía ya que no obtiene títulos hace muchos años, Turín y toda Italia recordará al primer gran equipo italiano y al primer gran equipo que se hizo conocido por su forma de tratar a la pelota y de jugar al fútbol. Todos recordarán a Il Grande Torino.

Por Daniel López (@danilopez1414)

lunes, 25 de noviembre de 2013

Bosnia-Herzegovina: la guerra y el fútbol a flor de piel

Los nervios ya empezaron. Brasil 2014 está cada vez más cerca y las ilusiones brotan de cada futbolero que sueña con que su país de el batacazo en la tierra de la samba.

Pero hay un país en especial que vivirá esta vigilia mundialista por primera vez: Bosnia-Herzegovina, el inesperado clasificado que buscará en su primera participación, entre conflictos étnicos y religiosos de su población, triunfar en la máxima cita futbolera.

Luego de que Cristiano Ronaldo ahogara los gritos de clasificación en el repechaje para viajar a Sudáfrica 2010, de la mano de un equipo joven y con figuras como  Edin Dzeko, Vedad Ibisevic y Miralem Pjanic, el equipo bosnio apabulló a sus rivales de grupo Grecia, Lituania, Letonia y Liechtenstein  logrando 8 victorias, 1 empate y tan solo 1 derrota ante Eslovaquia

“El fútbol une multitudes”, dice una frase hecha. Pero en las calles de Bosnia parece que ni la pasión por la pelota va a poder cerrar las heridas abiertas de una guerra que duró 3 años, pero que continúa a flor de piel en todos sus pobladores.

Tras la independencia de la República Socialista de  Bosnia-Herzegovina de la antigua Yugoslavia hace ya 21 años, los bosnios musulmanes, serbiobosnios y bosniocroatas desataron una de las más feroces guerras civiles de la historia que dejó más de 200 mil muertos.

Las bengalas de felicidad por la hazaña obtenida por el equipo nacional, se encendieron únicamente en las zonas ocupadas por  los bosnios de religión musulmana, dejando en claro que a pesar de que los años pasen y el fútbol trate de unirlos, la guerra  y los muertos se encuentran en cada rincón de del país.


jueves, 14 de noviembre de 2013

A 12 años de su muerte, "Toto" Lorenzo: Amores y polémicas

"En el Boca que tengo en mente, el que quiera chiches que vaya a una juguetería”, con esa frase se podría describir a uno de los técnicos más ganadores de la historia del fútbol argentino. Un técnico que no se identificaba con “la nuestra”. Influenciado por Helenio Herrera y su catenaccio ganó todo generando grandes debates que aún se extienden. A 12 años de su muerte, un homenaje a Juan Carlos Lorenzo, la polémica y el éxito en persona.

"Todos me acusan de que voy a especular siempre, que niego el ataque, que mando destruir a mis jugadores, pero el fútbol es así. Si no ganas, al día siguiente te echan. Si ganás, sos el rey, pero sino sos odiado por todos.”, estas declaraciones parecen extraídas de un técnico que dirige domingo tras domingo, pero no. Sin lugar a duda, la filosofía de Lorenzo caló hondo en el ADN del fútbol argentino, ese “ganar como sea” tan repetido y poco entendido.

Más allá de gustos o sistemas, el Toto fue un estandarte del profesionalismo y su capacidad para entender y relacionarse con los jugadores fue algo inigualable que todos sus pupilos quisieron aprender.

Bicampeón con Boca de la Copa Libertadores en 1977 y 1978, campeón también con el Xeneize de la Copa Intercontinental en 1977, campeón con San Lorenzo en 1972 del Metropolitano y el Nacional, campeón con la Lazio de Italia en la Serie B, campeón con la Roma de la Copa Italia, ascendió con Mallorca desde la Tercera a la Primera División y finalista con Atlético Madrid de la Champions League. Lorenzo y campeón fueron, en su carrera como entrenador, compañeros inseparables.

En cuanto a su paso por el seleccionado argentino, Lorenzo dirigió a la celeste y blanca en dos Mundiales con diferente suerte. Primero, en Chile 1962 donde quedó eliminado en primera ronda y luego en Inglaterra 1966 pasando la primera fase sin problemas pero perdiendo en la siguiente ronda con el seleccionado local que se consagraría campeón.

El "Toto" Lorenzo se fue hace 12 años pero el amor y la polémica que generó como entrenador siguen estando a flor de piel y seguramente seguirán estando para siempre.

Por Gastón Ninin (@gasty93)

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Racing de Córdoba, un club que estuvo a un paso de la gloria

Hubo una vez, un club de barrio y del Interior del país que llegó a pelear por el campeonato de Primera División del fútbol argentino conformado por una mezcla entre jóvenes y hombres de experiencia y con gente que trabajaba sólo por el bien del club. Ese club era Racing de Córdoba, un equipo que debutó en Primera en 1978 y que en 1980, de la mano de Alfio Basile, estuvo a un paso de la gloria.

El plantel de ese equipo casi en su totalidad estaba integrado por jugadores cordobeses y los titulares eran Juan Manuel Ramos; Lucio Del Mul, Pascual Noriega, Osvaldo Coloccini y Enrique Vivanco; Oscar López, Guillermo Aramayo y Roberto Gasparini; Luis Antonio Amuchástegui, Miguel Ballejo y Atilio Oyola. Los que alternaban eran: Angel Feilú, Eduardo y Jorge Maldonado, Miguel Seronero, Raúl Malavolta, Mario Beutke, Juan José Urruti, Rubén Molina y Mario Tapiero, entre otros.

Que la mayoría de los jugadores fuesen cordobeses se debió a los hermanos Félix y René Gorreta, quienes eran reclutadores ad honórem del club y que no dejaban de buscar jugadores en los torneos interescolares o barriales en cualquier lugar de Córdoba.

En el Nacional de 1980, le tocó ocupar zona con Estudiantes, Vélez, Central, Racing Club, Atlético Tucumán y Gimnasia de Jujuy, además de jugar un Interzonal con Chaco For Ever. Faltando una fecha, Vélez y Estudiantes eran punteros con 16 puntos, mientras que los cordobeses eran escoltas junto a Rosario Central con 15 puntos.

Nada estaba definido en el grupo: Vélez recibía a Central, Estudiantes visitaba a Gimnasia en Jujuy, y Racing de Córdoba recibía a su homónimo de Avellaneda. Los cordobeses golearon 5 a 1 y como Estudiantes empató con los jujeños, clasificó a los cuartos de final donde le tocaría Argentinos Juniors, que tenía en sus filas a un tal Diego Maradona.

Sin embargo, Maradona se encontraba de gira con la selección y por eso no jugó frente a Racing. En La Paternal empataron 1 a 1, y tres días después, el Chateau Carreras fue el lugar donde Racing venció al “Bicho” por 3 a 1, con 2 goles de Ballejo y uno del “Pato” Gasparini.

En las semifinales, logró una de las victorias más importantes de su historia. En el Chateau, recibió al Independiente de Ricardo Bochini y Antonio Alzamendi y que venía de ganar dos de los últimos tres nacionales, y lo venció por 4 a 0 con goles de Ballejo, Aramayo y Amuchastegui, en dos ocasiones. En la revancha, perdió por 5 a 3 (tres goles de Ballejo) pero en ningún momento sufrió la clasificación a la final.

El sueño no fue completo para los cordobeses: en la final, Central lo goleó por 5 a 1 en el Gigante de Arroyito, y aunque ganó en Córdoba por 2 a 0 (dos goles de Gasparini), no fue suficiente para consagrarse campeón. La hazaña del equipo de Alfio Basile estuvo muy cerca.

Un equipo que hizo historia en base a su humildad de sus jugadores y cuerpo técnico. Por ejemplo, en ningún partido de la etapa de clasificación, el equipo concentró en algún hotel. Sólo desde los cuartos de final hasta las finales el plantel concentró en Villa Carlos Paz, y en aquel torneo, Racing se movilizó en casi todos sus traslados en colectivo.

El presente del club cordobes al día de hoy es muy diferente. Se encuentra primero en la zona 6 del Torneo Argentino B y hace muchos años que no se hace presente en la B Nacional, pero lo vivido en 1980 nunca será olvidado por los simpatizantes del elenco del barrio de Nueva Italia, y es algo que los más jóvenes deberían conocer: el dinero no importa, en base a humildad y sacrificio un equipo puede llegar muy lejos.

Por Daniel López (@danilopez1414)

martes, 12 de noviembre de 2013

El Príncipe Millonario

Un guapo del área que con su juego elegante supo convertirse en conductor y goleador de varios equipos. Querido y respetado por todas las hinchadas. Un día como hoy, 12 de noviembre, pero de 1961 en Montevideo nacía Enzo Francescoli, uno de los máximos ídolos de la historia riverplatense.

Elogiado en todas partes y por todos, elegancia y humildad tanto dentro como fuera del campo de juego, El Príncipe, apodo en referencia a Aníbal Ciocca, ex mediapunta uruguayo de los años 30 y 40, debutó en primera división de Uruguay en el año 1980 en el club Montevideo Wanderers.

En 1983, y luego de brillar en la Copa América de ese año, el Enzo firma contrato con River Plate a cambio de $310.000. El camino comenzó de modo irregular para el uruguayo que a menos de un año la dirigencia millonaria lo quería vender al América de Cali, pero el se negó porque estaba dispuesto a triunfar. Y así fue, la gente se empezó a encariñar con el gracias a la buena dupla que formó con Norberto “Beto” Alonso.

El Campeonato Argentino 1985/86 fue su primera alegría con el “Millonario”. River salió campeón de la mano de un Francescoli figura y goleador y tiempo más tarde no pudo terminar de jugar la Copa Libertadores, que finalmente ganaría el equipo de Núñez, ya que fue vendido al Racing Matra de Francia.

En la temporada 1989/90 ficha por el Olympique de Marsella, en donde conquista la Ligue 1 y consigue el premio al mejor futbolista extranjero del año en Francia. En 1993, el Enzo es contratado por el Cagliari de Italia y en la temporada 1993/94 el Torino fue su destino pero a pesar de tener buenas actuaciones en ambos equipos no pudo conseguir ningún titulo.

Luego de su partida de River, Francescoli prometió volver y cumplió. En septiembre de 1994, Alfredo Davicce, presidente de la entidad Millonaria en ese momento, trajo al príncipe devuelta para que cumpla su anhelo: ser campeón de América. En 1994, La lBanda gana el Torneo Apertura y el uruguayo se convirtió en el goleador del torneo pero su cierre de carrera soñado no estaría mucho tiempo después.

De la mano de un Enzo Francescoli brillante, y junto con grandes jugadores como Hernán Crespo y Ariel Ortega, River conquista en 1996 la Copa Libertadores de América, superando en la final al América de Cali, pero la alegría no terminó ahí, con la consagración en el Apertura y Clausura 96´ , y Apertura 97´, el Millonario obtendría un histórico Tricampeonato, que junto con la obtención de la Supercopa Sudamericana de ese año coronan un cierre épico para uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.

Además de la elegancia, el uruguayo era de mascar chicle durante los partidos, el ejercicio le estimulaba el salival, evitando así la sequedad en la boca. Él dijo que llegó a ser tan dependiente de dicho hábito que no se sentía bien cuando no tenía ningún chicle antes de los partidos.

Como todos saben, Francescoli es elogiado por todos los grandes del fútbol entre los que se destacan: Pelé y Zidane. Zizou lo tiene como ídolo y ejemplo, a tal punto que a uno de sus hijos le puso de nombre Enzo: “me gustaría ser un ejemplo para los niños, como lo fue Enzo Francescoli para mí”, contó el francés en una entrevista.

En 1997, el Principe colgó los botines en un partido despedida entre River y Peñarol, club del que es hincha,  que se realizó en un estadio Monumental repletó.

Con la selección uruguaya ganó el Sudamericano Juvenil de 1981 y 3 Copas América anotando 17 goles en 68 partidos. Además jugó los Mundiales de México 1986 e Italia 1990.
           
“Es tan grande que si debo hablar del Enzo, los laureles, los elogios, quedan chicos. La palabra de alabanzas se hace añicos. Es Francescoli tan grande que ahora pienso... Que su nombre debería ser INMENZO, pues de gloria me hizo inmensamente rico..”, cierra Ignacio Copani, reconocido hincha de River, una de las estrofas de la canción dedicada a Francescoli.

Sin dudas, El Uruguayo fue, es y será un ídolo del fútbol, reconocido por los mejores, una persona que traspasó camisetas cumple un año más y este fue el pequeño homenaje que le brindamos desde TR.

Por Ramiro Monteverde Larrouyet (@ramamonteverde)

miércoles, 6 de noviembre de 2013

San Lorenzo vencía a El Porvenir y volvía a Primera

El 6 de noviembre de 1982, en cancha de Vélez Sarsfield, San Lorenzo concretaba su ansiado regreso a la Primera División gracias a su triunfo por 1 a 0 ante El Porvenir con un gol de Rubén Darío Insúa de penal, a los 36 minutos del segundo tiempo, y de esa manera abandonaba una categoría que lo tuvo solamente un año pero que para sus hinchas pareció mucho más tiempo.

Aquel campeonato de 1982, tenía 22 equipos divididos en dos zonas, jugaban todos contra todos a lo largo de dos ruedas y el que sumara más puntos ascendía en forma directa, lugar que ocupó San Lorenzo con 57 puntos.

Juan Carlos Lorenzo fue el técnico que empezó el ciclo en el Ascenso con el “Ciclón”, pero antes de la fecha 18 se marchó a Vélez y el mando lo tomó José Yúdica, quien debutó el 13 de junio, casualmente, frente a El Porvenir en cancha de Independiente, con una victoria por 3 a 0.

Oscar Quiroga, Osvaldo Biain, Héctor Osvaldo López, Pablo Comelles, Rubén Darío Insúa, Hugo Moreno, Héctor Raúl López, Armando Quinteros, Jorge Rinaldi, Miguel Batalla y Eugenio Morel Bogado, fueron los 11 titulares ese 6 de noviembre en cancha de Vélez.

Para salir campeón, San Lorenzo debía, al menos, empatar contra El Porvenir. El “Ciclón” jugó mal, plagado de nervios e imprecisiones, pero a los 36 minutos del segundo tiempo, Rubén Darío Insúa, de penal, le dio la ventaja al local que de esa forma se consagraba. 

Siete minutos después, los hinchas azulgranas invadieron el campo de juego y empezaron la fiesta por el ascenso, dos fechas antes de la finalización de un torneo en el cual tuvo como goleador al joven Jorge Rinaldi, quien convirtió 16 goles en ese certamen.

Un año duró el paso de San Lorenzo por el Ascenso. Batió todos los récords de recaudaciones y fue un cómodo campeón de ese torneo, pero a 31 años de este hecho, muchísimos hinchas se acuerdan del sufrimiento y dolor que fue ver a su equipo en otra categoría, a la cual bajó por los problemas políticos y financieros que presentaba, pero que logró contrarrestar para el bien de todos los “Cuervos”.

Por Daniel López (@danilopez1414)

martes, 5 de noviembre de 2013

Zinedine Zidane: la magia al servicio del jugador

Como un mago apareció otra vez. Como lo hacía en la cancha, organiza y arma jugadas, está en su ADN. Zinedine Zidane está de vuelta y se encamina para ser en un futuro -no muy lejano- el entrenador del Real Madrid.
"No quería ser entrenador cuando terminé mi carrera, pero de aquello han pasado seis o siete años, y comencé a sentir que quería volver a este fantástico deporte", comentó Zidane tras ser incorporado como segundo entrenador al cuerpo técnico de Carlos Ancelotti en el Real Madrid. El impacto mediático de la final perdida en Alemania 2006 y el recordado cabezazo a Marco Materazzi le habían sacado las ganas. Quería alejarse de la tormenta.
En 2011 las cosas cambiaron y el fútbol paso a ser de vuelta su prioridad. Comenzó en Limoges un curso de director deportivo y el título de entrenador, tras esto nuevos objetivos empezaban a plantearse en la vida de Zizou: "Los cursos me confirmaron mi deseo de progresar".
Ese mismo año, tras la salida de Jorge Valdano como director deportivo del equipo "Merengue", Zidane ocupó su puesto. Ya estaba adentro y con un trabajo más que difícil como primer experiencia: lidiar con José Mourinho. La relación con el entrenador portugués empezó de la mejor manera pero sus diferentes personalidades desgastaron un vínculo que a fines de 2012 ya casi no existía.
Tras una temporada sin alegrías en Madrid, Mourinho abandonó la "Casa Blanca" y en su lugar llegó Carlos Ancelotti, un viejo conocido de Zizou que estuvo con él en su paso por la Juventus. "Carlo ha evolucionado mucho. Era un entrenador joven cuando trabaje con él por primera vez, ahora tiene mucha más experiencia".
Y con Carlo llegó su oportunidad, esa de transmitirle a sus dirigidos lo que hacía en la cancha. Su puesto de segundo entrenador es, según él, "discutir el equipo, su estructura, y para trabajar con los jugadores", como no podía ser de otra manera, siempre en el juego.
El tiempo solo dirá cuando Zizou aparezca con el buzo de entrenador, no solo del Real sino también de su selección con la que fue campeón en 1998. "Sueño con ser el entrenador de la Selección Francesa algún día. Esto no es algo que quiero ahora mismo. Es algo para el futuro. Siempre he sido un hombre paciente y trabajar en Madrid con Carlo es una gran manera de aprender antes de empezar como primer entrenador, que es mi objetivo", afirma.
Zinedine Zidane está de vuelta, pensando cada jugada como cuando lo hacía en la cancha, pero está vez la magia no está en sus pies.
Por Gastón Ninin (@gasty93) 


miércoles, 30 de octubre de 2013

De Fiorito al Mundo

En un planeta donde millones de personas viven y se relacionan en todo momento, solo los distintos hacen la diferencia. Y desde Fiorito, barrio humilde de la Capital Federal, hubo uno del que no van a haber dos. Esas personas que se transforman en adjetivos y traspasan los años.

Un 30 de octubre de 1960 nació el más grande jugador de fútbol –que por ahora- pisó esta tierra. Diego Armando Maradona, el hombre que triunfó con los humildes y con los exitosos, cumple 53 años de una vida que a más de uno le hubiese gustado vivir.

Cada festejo del “Diego” es especial, tiene algo que emociona. Porque todos recuerdan sus goles en Argentinos, sus títulos en Boca, Nápoles, Barcelona y la selección argentina, pero verlo resurgir desde las cenizas una y otra vez, es algo que ni el más grande cineasta hubiese podido escribir para una historia: su lesión en Barcelona, el “me cortaron las piernas” en Estados Unidos ’94, su increíble recuperación tras su internación en 2004 que casi le cuesta la vida. Maradona sigue.

Conductor de TV en “La Noche del Diez”, entrenador de la selección argentina y mejor jugador de la historia, al “Diez” no le faltó ni le falta nada, menos la picardía, que sigue demostrando por estos tiempos chicaneando a cuanto oponente se le cruce en el camino. 

Maradona sigue y seguirá siendo ese personaje que “no tiene grises” como le gusta decir. El ahora asesor deportivo del Consejo de Deportes de Dubái , llegó desde Fiorito a cada rincón del planeta con sus goles, gambetas, y una personalidad que, para bien o para mal, es reconocida ni bien pisa cualquier lugar al que vaya.

Por Gastón Ninin (@gasty93)

miércoles, 16 de octubre de 2013

Cracks en Blanco y Negro: Angel Labruna

Maestro de muchas generaciones, fue, es y será por siempre un ganador. Pocas personas consiguen lo que quieren y en donde quieren, Angel Amadeo Labruna es una de ellas.

Con la sangre roja y blanca en las venas, a los 8 años empezó su amor con la banda cuando su padre lo llevó al club del barrio. Ni La Boca, ni Boedo, ni Avellaneda, Núñez su barrio y su destino lo unía a River donde fue el más grande lejos.

Debutó el 18 de junio de 1939 con la camiseta “Millonaria” y no se la sacó más durante 20 años siendo figura de uno de los equipos más grandes de la historia del fútbol argentino: "La Máquina" junto a Juan Carlos Múñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera y Félix Loustau. Es el jugador que más veces vistió la banda con 515 partidos. Convirtió un total de 292 goles en River pero, sin dudas, los más gritados fueron los 16 goles que hizo enfrentando a Boca, récord que nadie todavía pudo igualar. Además, su influencia goleadora, ayudó a conquistar al club de Núñez un total de 13 títulos nacionales- 9 Primera división, 3 Copa Ibarguren y 1 Copa Escobar-.

A pesar de llevar a River a lo más alto, un telegrama le dijo a Angelito que no podía seguir en su casa: “Yo de River no me fui, más bien me dijeron que me tenía que ir, que es distinto”, declaró Labruna en su momento. Como cuando te echan de donde vivís Labruna estaba perdido, un paso breve por el Rampla Juniors uruguayo y Rangers de Talca chileno no lograron llenar el vacío que le dejó River. Hasta que apareció Talleres para salvarlo literalmente de que se mate, y a pesar de esto, su cabeza siempre siguió estando en el Monumental. Finalmente, se retiró en 1960 a los 43 años con la camiseta de Platense que le abrió las puertas luego de su paso poco exitoso por el club cordobés.

En el esplendor de su carrera Labruna sufrió la ausencia de la selección argentina en los campeonatos mundiales por eso solo conquistó 2 títulos con la albiceleste: la Copa América de 1946 y 1955. Pero igualmente no se quedó sin jugar un Mundial, lamentablemente, con una mala experiencia: Suecia 1958 y el desastre son siempre recordados por la eliminación temprana de un equipo con grandes jugadores.

Pero la historia no termino ahí. Angelito siempre quería más. En 1967 le ofrecieron entrenar a  Defensores de Belgrano y él aceptó. Fue su primer club como entrenador donde en ese campeonato clasificó primero de la división B. Luego pasó por Platense hasta que se reencontró con su amor, River, desde ‘68 hasta el ’70 etapa donde no consiguió títulos, pero iba a tener revancha. En 1971 agarró a Rosario Central, que luchaba campeonatos pero no lograba títulos. Labruna cortó esa racha y salió campeón después de ganarle a Newell’s en semifinales con la recordada palomita de Poy.

En 1975 volvió la gloria, volvió su gloria. Después de 18 años sin salir campeón nadie más que él podía sacar de esa racha negativa a River. El Metropolitano de ese año fue un quiebre en su carrera como técnico armando un equipo imbatible. A ese título lo siguieron 5 más y la leyenda de Labruna creció traspasando las décadas y las generaciones.

Además dirigió a Talleres de Córdoba, Racing, Lanús, Chacarita y Argentinos Juniors, club que dirigía cuando falleció como consecuencia de un paro cardíaco.

Gastón Ninin (@gasty93)

jueves, 10 de octubre de 2013

El día que Platense le ganó al Milán

Empezaba el año 1951 y el fútbol argentino tuvo una sorpresa. Una de David y Golliat. Un equipo de barrio y un gigante mundial se enfrentaban en un una gira europea por esas cosas de la vida.

Platense era el equipo argentino y el Milán de Italia, el gigante. Ese equipo italiano que no había perdido nunca de local en los últimos dos años, recibía al “Calamar” que había perdido a dos grandes figuras: Santiago Vernazza, puntero derecho, que se había ido a River y Antonio Baez, volante por derecha, que se sumó al éxodo de jugadores a Colombia.

Luego de perder con Sampodoria, Lazio, Bologna, Spezia y el Lugano de Suiza, Platense iba al Giuseppe Meazza sin demasiadas expectativas. Pero el fútbol da sorpresas y el equipo de Vicente López, con dos doles de Federico Geronis y otro del cordobés Cuello, fue más que el Milán al que no le sirvieron los dos goles del sueco Nordalh. El “Marrón” hacía historia y le cortó su racha de victorias al equipo italiano.

En la vuelta a la Argentina, la primavera europea de Platense fue solo eso y volvió a la realidad. Una decimotercera posición y la lucha por no descender contrastaban con el vigente campeón italiano, que volvería tener una buena temporada. Pero Platense le ganó a Milán y eso no se lo saca nadie.

Por Gastón Ninin (@gasty93)