El jueves 5 de diciembre de 2013 no va a ser una fecha
más en la historia de la humanidad, porque Nelson Mandela nos dejó pero su
legado nunca se va a borrar.
Símbolo de la lucha contra el Apartheid, Mandela nunca
abandonó sus ideales. Conocida es su relación con el deporte siendo clave en la
organización de los Mundiales en Sudáfrica de rugby en 1995 y de fútbol en
2010, pero no todos saben que esta relación con el deporte comenzó mucho antes de
su asunción a la presidencia. En 1967, mientras cumplía su condena por su
postura política en la prisión de la isla Robben, Mandela creó junto con el
apoyo de otros prisioneros la Makana Football Association, si una liga de
fútbol en la cárcel más temible del mundo.
Como no podía ser de otra manera, el nombre de la liga
fue tomado del nombre de un viejo
luchador social al que varios de los ahí recluidos, incluido Nelson Mandela,
veían casi como un ídolo: Makana Nxele, que a principios del siglo XIX fue
encarcelado y murió en la Isla de Robben.
Debido a las restricciones
que regían la prisión, la consolidación de la liga no fue para nada sencilla. A los
reclusos no se les permitía practicar ningún deporte en sus tiempos libres y
esto desencadeno en una lucha de tres largos años logrando el derecho de jugar
al fútbol a partir de 1967.
La única foto obtenida de un partido de la Liga Makana |
La Cruz Roja Internacional
tuvo un papel determinante por la presión ejercida a las autoridades de la
cárcel para que los reclusos pudieran jugar. Al final consiguieron que los presos jueguen 30 minutos durante todos los sábados. Ya en 1969, la liga era una
realidad y el interés por el fútbol había llegado a todos los rincones de la
isla.
Los ideales de Mandela se
cristalizaron en las reglas de la liga Makana: todos los presos, sin importar
la calidad, pensamiento político ni religión, podían formar parte de un equipo,
por lo que se crearon tres divisiones. Se regía, gracias a un reglamento que
había en la biblioteca, con las reglas FIFA siempre con un espíritu justicialista
y honesto.
Con el fin del Apartheid y
el cierre de la isla Robben llegó el fin de la Makana Football
Association, pero como lo demostró después en su gobierno, el fin del deporte y
la igualdad gracias a Mandela nunca llegó.
Por Gastón Ninin (gasty93)
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