En un planeta donde
millones de personas viven y se relacionan en todo momento, solo los distintos
hacen la diferencia. Y desde Fiorito, barrio humilde de la Capital Federal,
hubo uno del que no van a haber dos. Esas personas que se transforman en
adjetivos y traspasan los años.
Un 30 de octubre de 1960
nació el más grande jugador de fútbol –que por ahora- pisó esta tierra. Diego
Armando Maradona, el hombre que triunfó con los humildes y con los exitosos,
cumple 53 años de una vida que a más de uno le hubiese gustado vivir.
Cada festejo del “Diego”
es especial, tiene algo que emociona. Porque todos recuerdan sus goles en
Argentinos, sus títulos en Boca, Nápoles, Barcelona y la selección argentina,
pero verlo resurgir desde las cenizas una y otra vez, es algo que ni el más
grande cineasta hubiese podido escribir para una historia: su lesión en
Barcelona, el “me cortaron las piernas” en Estados Unidos ’94, su increíble recuperación tras su internación en
2004 que casi le cuesta la vida. Maradona sigue.
Conductor de TV en “La
Noche del Diez”, entrenador de la selección argentina y mejor jugador de la
historia, al “Diez” no le faltó ni le falta nada, menos la picardía, que sigue demostrando por estos tiempos
chicaneando a cuanto oponente se le cruce en el camino.
Maradona sigue y seguirá
siendo ese personaje que “no tiene grises” como le gusta decir. El ahora asesor
deportivo del Consejo de Deportes de Dubái , llegó desde Fiorito a cada rincón
del planeta con sus goles, gambetas, y una personalidad que, para bien o para
mal, es reconocida ni bien pisa cualquier lugar al que vaya.
Por Gastón Ninin (@gasty93)
Te quierooo diego
ResponderEliminar