Empezaba el año 1951 y
el fútbol argentino tuvo una sorpresa. Una de David y Golliat. Un equipo de
barrio y un gigante mundial se enfrentaban en un una gira europea por esas
cosas de la vida.
Platense era el equipo
argentino y el Milán de Italia, el gigante. Ese equipo italiano que no había
perdido nunca de local en los últimos dos años, recibía al “Calamar” que había
perdido a dos grandes figuras: Santiago Vernazza, puntero derecho, que se había
ido a River y Antonio Baez, volante por derecha, que se sumó al éxodo de
jugadores a Colombia.
Luego de perder con Sampodoria,
Lazio, Bologna, Spezia y el Lugano de Suiza, Platense iba al Giuseppe Meazza
sin demasiadas expectativas. Pero el fútbol da sorpresas y el equipo de Vicente
López, con dos doles de Federico Geronis y otro del cordobés Cuello, fue más
que el Milán al que no le sirvieron los dos goles del sueco Nordalh. El
“Marrón” hacía historia y le cortó su racha de victorias al equipo italiano.
En la vuelta a la
Argentina, la primavera europea de Platense fue solo eso y volvió a la
realidad. Una decimotercera posición y la lucha por no descender contrastaban
con el vigente campeón italiano, que volvería tener una buena temporada. Pero
Platense le ganó a Milán y eso no se lo saca nadie.
Por Gastón Ninin
(@gasty93)
Equipo de barrio pero con mucha historia , 75 años en primera no lo tienen todos..Soy de Racing y ojala vuelvan , son de primera al igual que Huracan , Ferro y Talleres
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