Y un día volvió a aparecer Fariña -sin la valija-, claro. Apareció después de un primer tiempo en el que se lo volvía a cuestionar, volvían los murmullos cuando no podía agarrar la manija del equipo pero volvió cuando se lo necesitaba.
Después del gol tempranero Racing se metió atrás. No supo aprovechar el golpe y noquear a un Tigre alternativo que se lo vio con las ganas que no se le vieron el domingo pasado -¿casualidad?- y parecía que el empate si Saja se confundía en alguna iba a llegar.
Pero el equipo en el segundo tiempo de la mano de Fariña tuvo las llegadas que en el primer tiempo no tuvo. Se lo vio activo y desequilibrante en el mano a mano e hizo el gol que necesitábamos para tranquilizarnos y saber que los tres puntos se quedaban en casa.
Un párrafo aparte merece Pelletieri dueño de la mitad de cancha corre, recupera, juega y lo más importante de todo es que quiere al club. Injustamente sacado por el técnico tiene que ser titular siempre.
Igualmente a pesar de la victoria es preocupante el nivel que tuvo el equipo en el primer tiempo, es necesaria una autocritica fuerte si es que en un futuro queremos aspirar a ganar algo. No nos puede meter en un arco un equipo chico que encima no tenía a sus figuras.
Cosas para corregir muchas, pero es mejor corregirlas con los tres puntos en casa. Y si es posible con la valija de Fariña para el próximo mercado de pases.
Por Gastón Ninin @gasty93
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