El objetivo del partido para el equipo de Alfio Basile era claro. Con apenas un punto de nueve en juego, necesitaba una victoria para calmar quejas internas y darle al Coco, el primer envión como entrenador de la Academia. Arsenal no conseguía una victoria hace siete partidos. El partido terminó 0 a 0 en un partido mal jugado y con Arsenal como mayor protagonista.
La primera del partido la tuvo el visitante con un disparo de Valentín Viola que se fue desviado. Eso fue lo más claro de los primeros diez minutos. De ahí en más, el equipo de Gustavo Alfaro mostró su juego: presión por parte de todos sus jugadores, pelotazos de Campestrini y los defensores al área rival y fue arrinconando a Racing hacia su propio arco. Para colmo, la defensa de Racing mostró fallas increíbles. Leguizamón comenzó a demostrar su juego y el local le “entraba” a la Academia por todos lados. Los de Alfaro tuvieron dos palos, sendos remates de Juan Pablo Caffa. Recién sobre el final Racing intentó reaccionar pero no duró demasiado.
El segundo tiempo fue más de lo mismo. Lo más importante surgía con errores garrafales en la defensa de Racing, destacando las imprecisiones de Marcos Cáceres, que a los 13 minutos tuvo un error increíble que no fue gol de Leguizamón de milagro. Encima Patricio Toranzo se fue expulsado pero el fútbol siguió sin aparecer. El partido fue una lágrima y terminó 0 a 0.
No empezamos como soñábamos los hinchas de Racing, 2 de 12!!! Ni el más pesimista hubiese pensado que estaríamos en esta situación. El Coco lamentablemente no sabe qué hacer. Su equipo se mostró desorientado siempre y las fallas defensivas eran claras, no tuvo fútbol en el medio, Gio sigue sin aparecer en su mejor forma, y sin generación de fútbol no hay peso ofensivo. Racing fue una sombra de lo que puede ser. Nuestros vecinos ya perdieron el técnico, al Coco hay que bancarlo igual porque acá claramente los jugadores tienen que empezar a despertarse por ellos, por Basile y por Racing.
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