martes, 26 de noviembre de 2013

Il grande Torino: El equipo al que lo venció el destino

Cinco títulos consecutivos de liga lo llevaron a ser considerado uno de los mejores equipos del mundo, pero al Torino de Italia lo venció el destino: el 4 de mayo de 1949, un accidente aéreo, a la vuelta de un partido homenaje en Portugal, dejó un saldo de 31 muertes, incluyendo a los 18 jugadores del plantel que habían viajado.

Torino no era cualquier equipo en ese entonces. En los años 40, el presidente del club, Ferruccio Novo, fichó a grandes jugadores y formó un gran equipo. Fue el primero que jugó con un 4-2-4, 10 años antes que el Brasil del ’58, y consiguió cinco títulos entre 1942 y 1949 (entre el ‘43 y el ‘45 no se disputó la liga por la Segunda Guerra Mundial). Además, se mantuvo invicto de local durante 93 partidos (83 victorias, 10 empates y 471 goles a favor).

Cuando el 3 de mayo el plantel de Torino viajaba hacia Lisboa, nadie imaginaba un suceso semejante en su regreso. El equipo había viajado hasta Portugal para formar parte del partido homenaje al capitán del Benfica, “Xico” Ferreira, y aunque el club turinés se disponía a jugar los últimos 4 partidos de liga que lo tenían como puntero, su capitán Valentino Mazzola insistió en jugar.

Ese 4 de mayo, la visibilidad en las afueras de Turín era muy mala y cuando faltaban sólo 20 kilómetros de viaje, el avión Fiat G212 se estrelló contra la basílica de Superga y desde ese día se conoce a este acidente como la Tragedia de Superga.

Los 18 jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y acompañantes, murieron en el accidente. El técnico de la selección italiana, Vittorio Pozzo, fue llamado para identificar los cuerpos porque conocía muy bien a los jugadores de Torino, ya que eran la base del seleccionado.

Sauro Tomá fue el único jugador de Torino que no había viajado a Lisboa porque tenía un problema en sus meniscos, y decidió quedarse en Italia. Él fue el único sobreviviente de ese equipo y todos los 4 de mayo concurre al lugar del accidente en homenaje a sus compañeros.

En las 4 fechas que faltaban disputarse, Torino presentó su equipo juvenil, y sus rivales (Genoa, Palermo, Sampdoria y Fiorentina) hicieron lo mismo. El equipo de Turín logró obtener el quinto título consecutivo y quedó inmortalizado como uno de los mejores equipos que dio la historia del fútbol italiano.

El 29 de mayo de ese año, River viajó a Turín para un partido a beneficio de los familiares de las víctimas y enfrentó a un combinado de la Serie Ha llamado Torino Símbolo. El “Millonario” viajó con todas sus figuras (Alfredo Di Stéfano, Ángel Labruna, Amadeo Carrizo, Pipo Rossi, entre otros), y a pesar de que el costo de las entradas era muy caro, el estadio se llenó por completo y tuvo gran repercusión en Italia.

Años más tarde, el conjunto turinés le agradeció al equipo argentino y al día de hoy, presenta una camiseta con una banda transversal color bordo en el pecho, similar a la de River.


Al día de hoy, Torino se encuentra en la Serie A y, a pesar de no tener la popularidad que tenía ya que no obtiene títulos hace muchos años, Turín y toda Italia recordará al primer gran equipo italiano y al primer gran equipo que se hizo conocido por su forma de tratar a la pelota y de jugar al fútbol. Todos recordarán a Il Grande Torino.

Por Daniel López (@danilopez1414)

lunes, 25 de noviembre de 2013

Bosnia-Herzegovina: la guerra y el fútbol a flor de piel

Los nervios ya empezaron. Brasil 2014 está cada vez más cerca y las ilusiones brotan de cada futbolero que sueña con que su país de el batacazo en la tierra de la samba.

Pero hay un país en especial que vivirá esta vigilia mundialista por primera vez: Bosnia-Herzegovina, el inesperado clasificado que buscará en su primera participación, entre conflictos étnicos y religiosos de su población, triunfar en la máxima cita futbolera.

Luego de que Cristiano Ronaldo ahogara los gritos de clasificación en el repechaje para viajar a Sudáfrica 2010, de la mano de un equipo joven y con figuras como  Edin Dzeko, Vedad Ibisevic y Miralem Pjanic, el equipo bosnio apabulló a sus rivales de grupo Grecia, Lituania, Letonia y Liechtenstein  logrando 8 victorias, 1 empate y tan solo 1 derrota ante Eslovaquia

“El fútbol une multitudes”, dice una frase hecha. Pero en las calles de Bosnia parece que ni la pasión por la pelota va a poder cerrar las heridas abiertas de una guerra que duró 3 años, pero que continúa a flor de piel en todos sus pobladores.

Tras la independencia de la República Socialista de  Bosnia-Herzegovina de la antigua Yugoslavia hace ya 21 años, los bosnios musulmanes, serbiobosnios y bosniocroatas desataron una de las más feroces guerras civiles de la historia que dejó más de 200 mil muertos.

Las bengalas de felicidad por la hazaña obtenida por el equipo nacional, se encendieron únicamente en las zonas ocupadas por  los bosnios de religión musulmana, dejando en claro que a pesar de que los años pasen y el fútbol trate de unirlos, la guerra  y los muertos se encuentran en cada rincón de del país.


jueves, 14 de noviembre de 2013

A 12 años de su muerte, "Toto" Lorenzo: Amores y polémicas

"En el Boca que tengo en mente, el que quiera chiches que vaya a una juguetería”, con esa frase se podría describir a uno de los técnicos más ganadores de la historia del fútbol argentino. Un técnico que no se identificaba con “la nuestra”. Influenciado por Helenio Herrera y su catenaccio ganó todo generando grandes debates que aún se extienden. A 12 años de su muerte, un homenaje a Juan Carlos Lorenzo, la polémica y el éxito en persona.

"Todos me acusan de que voy a especular siempre, que niego el ataque, que mando destruir a mis jugadores, pero el fútbol es así. Si no ganas, al día siguiente te echan. Si ganás, sos el rey, pero sino sos odiado por todos.”, estas declaraciones parecen extraídas de un técnico que dirige domingo tras domingo, pero no. Sin lugar a duda, la filosofía de Lorenzo caló hondo en el ADN del fútbol argentino, ese “ganar como sea” tan repetido y poco entendido.

Más allá de gustos o sistemas, el Toto fue un estandarte del profesionalismo y su capacidad para entender y relacionarse con los jugadores fue algo inigualable que todos sus pupilos quisieron aprender.

Bicampeón con Boca de la Copa Libertadores en 1977 y 1978, campeón también con el Xeneize de la Copa Intercontinental en 1977, campeón con San Lorenzo en 1972 del Metropolitano y el Nacional, campeón con la Lazio de Italia en la Serie B, campeón con la Roma de la Copa Italia, ascendió con Mallorca desde la Tercera a la Primera División y finalista con Atlético Madrid de la Champions League. Lorenzo y campeón fueron, en su carrera como entrenador, compañeros inseparables.

En cuanto a su paso por el seleccionado argentino, Lorenzo dirigió a la celeste y blanca en dos Mundiales con diferente suerte. Primero, en Chile 1962 donde quedó eliminado en primera ronda y luego en Inglaterra 1966 pasando la primera fase sin problemas pero perdiendo en la siguiente ronda con el seleccionado local que se consagraría campeón.

El "Toto" Lorenzo se fue hace 12 años pero el amor y la polémica que generó como entrenador siguen estando a flor de piel y seguramente seguirán estando para siempre.

Por Gastón Ninin (@gasty93)

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Racing de Córdoba, un club que estuvo a un paso de la gloria

Hubo una vez, un club de barrio y del Interior del país que llegó a pelear por el campeonato de Primera División del fútbol argentino conformado por una mezcla entre jóvenes y hombres de experiencia y con gente que trabajaba sólo por el bien del club. Ese club era Racing de Córdoba, un equipo que debutó en Primera en 1978 y que en 1980, de la mano de Alfio Basile, estuvo a un paso de la gloria.

El plantel de ese equipo casi en su totalidad estaba integrado por jugadores cordobeses y los titulares eran Juan Manuel Ramos; Lucio Del Mul, Pascual Noriega, Osvaldo Coloccini y Enrique Vivanco; Oscar López, Guillermo Aramayo y Roberto Gasparini; Luis Antonio Amuchástegui, Miguel Ballejo y Atilio Oyola. Los que alternaban eran: Angel Feilú, Eduardo y Jorge Maldonado, Miguel Seronero, Raúl Malavolta, Mario Beutke, Juan José Urruti, Rubén Molina y Mario Tapiero, entre otros.

Que la mayoría de los jugadores fuesen cordobeses se debió a los hermanos Félix y René Gorreta, quienes eran reclutadores ad honórem del club y que no dejaban de buscar jugadores en los torneos interescolares o barriales en cualquier lugar de Córdoba.

En el Nacional de 1980, le tocó ocupar zona con Estudiantes, Vélez, Central, Racing Club, Atlético Tucumán y Gimnasia de Jujuy, además de jugar un Interzonal con Chaco For Ever. Faltando una fecha, Vélez y Estudiantes eran punteros con 16 puntos, mientras que los cordobeses eran escoltas junto a Rosario Central con 15 puntos.

Nada estaba definido en el grupo: Vélez recibía a Central, Estudiantes visitaba a Gimnasia en Jujuy, y Racing de Córdoba recibía a su homónimo de Avellaneda. Los cordobeses golearon 5 a 1 y como Estudiantes empató con los jujeños, clasificó a los cuartos de final donde le tocaría Argentinos Juniors, que tenía en sus filas a un tal Diego Maradona.

Sin embargo, Maradona se encontraba de gira con la selección y por eso no jugó frente a Racing. En La Paternal empataron 1 a 1, y tres días después, el Chateau Carreras fue el lugar donde Racing venció al “Bicho” por 3 a 1, con 2 goles de Ballejo y uno del “Pato” Gasparini.

En las semifinales, logró una de las victorias más importantes de su historia. En el Chateau, recibió al Independiente de Ricardo Bochini y Antonio Alzamendi y que venía de ganar dos de los últimos tres nacionales, y lo venció por 4 a 0 con goles de Ballejo, Aramayo y Amuchastegui, en dos ocasiones. En la revancha, perdió por 5 a 3 (tres goles de Ballejo) pero en ningún momento sufrió la clasificación a la final.

El sueño no fue completo para los cordobeses: en la final, Central lo goleó por 5 a 1 en el Gigante de Arroyito, y aunque ganó en Córdoba por 2 a 0 (dos goles de Gasparini), no fue suficiente para consagrarse campeón. La hazaña del equipo de Alfio Basile estuvo muy cerca.

Un equipo que hizo historia en base a su humildad de sus jugadores y cuerpo técnico. Por ejemplo, en ningún partido de la etapa de clasificación, el equipo concentró en algún hotel. Sólo desde los cuartos de final hasta las finales el plantel concentró en Villa Carlos Paz, y en aquel torneo, Racing se movilizó en casi todos sus traslados en colectivo.

El presente del club cordobes al día de hoy es muy diferente. Se encuentra primero en la zona 6 del Torneo Argentino B y hace muchos años que no se hace presente en la B Nacional, pero lo vivido en 1980 nunca será olvidado por los simpatizantes del elenco del barrio de Nueva Italia, y es algo que los más jóvenes deberían conocer: el dinero no importa, en base a humildad y sacrificio un equipo puede llegar muy lejos.

Por Daniel López (@danilopez1414)

martes, 12 de noviembre de 2013

El Príncipe Millonario

Un guapo del área que con su juego elegante supo convertirse en conductor y goleador de varios equipos. Querido y respetado por todas las hinchadas. Un día como hoy, 12 de noviembre, pero de 1961 en Montevideo nacía Enzo Francescoli, uno de los máximos ídolos de la historia riverplatense.

Elogiado en todas partes y por todos, elegancia y humildad tanto dentro como fuera del campo de juego, El Príncipe, apodo en referencia a Aníbal Ciocca, ex mediapunta uruguayo de los años 30 y 40, debutó en primera división de Uruguay en el año 1980 en el club Montevideo Wanderers.

En 1983, y luego de brillar en la Copa América de ese año, el Enzo firma contrato con River Plate a cambio de $310.000. El camino comenzó de modo irregular para el uruguayo que a menos de un año la dirigencia millonaria lo quería vender al América de Cali, pero el se negó porque estaba dispuesto a triunfar. Y así fue, la gente se empezó a encariñar con el gracias a la buena dupla que formó con Norberto “Beto” Alonso.

El Campeonato Argentino 1985/86 fue su primera alegría con el “Millonario”. River salió campeón de la mano de un Francescoli figura y goleador y tiempo más tarde no pudo terminar de jugar la Copa Libertadores, que finalmente ganaría el equipo de Núñez, ya que fue vendido al Racing Matra de Francia.

En la temporada 1989/90 ficha por el Olympique de Marsella, en donde conquista la Ligue 1 y consigue el premio al mejor futbolista extranjero del año en Francia. En 1993, el Enzo es contratado por el Cagliari de Italia y en la temporada 1993/94 el Torino fue su destino pero a pesar de tener buenas actuaciones en ambos equipos no pudo conseguir ningún titulo.

Luego de su partida de River, Francescoli prometió volver y cumplió. En septiembre de 1994, Alfredo Davicce, presidente de la entidad Millonaria en ese momento, trajo al príncipe devuelta para que cumpla su anhelo: ser campeón de América. En 1994, La lBanda gana el Torneo Apertura y el uruguayo se convirtió en el goleador del torneo pero su cierre de carrera soñado no estaría mucho tiempo después.

De la mano de un Enzo Francescoli brillante, y junto con grandes jugadores como Hernán Crespo y Ariel Ortega, River conquista en 1996 la Copa Libertadores de América, superando en la final al América de Cali, pero la alegría no terminó ahí, con la consagración en el Apertura y Clausura 96´ , y Apertura 97´, el Millonario obtendría un histórico Tricampeonato, que junto con la obtención de la Supercopa Sudamericana de ese año coronan un cierre épico para uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.

Además de la elegancia, el uruguayo era de mascar chicle durante los partidos, el ejercicio le estimulaba el salival, evitando así la sequedad en la boca. Él dijo que llegó a ser tan dependiente de dicho hábito que no se sentía bien cuando no tenía ningún chicle antes de los partidos.

Como todos saben, Francescoli es elogiado por todos los grandes del fútbol entre los que se destacan: Pelé y Zidane. Zizou lo tiene como ídolo y ejemplo, a tal punto que a uno de sus hijos le puso de nombre Enzo: “me gustaría ser un ejemplo para los niños, como lo fue Enzo Francescoli para mí”, contó el francés en una entrevista.

En 1997, el Principe colgó los botines en un partido despedida entre River y Peñarol, club del que es hincha,  que se realizó en un estadio Monumental repletó.

Con la selección uruguaya ganó el Sudamericano Juvenil de 1981 y 3 Copas América anotando 17 goles en 68 partidos. Además jugó los Mundiales de México 1986 e Italia 1990.
           
“Es tan grande que si debo hablar del Enzo, los laureles, los elogios, quedan chicos. La palabra de alabanzas se hace añicos. Es Francescoli tan grande que ahora pienso... Que su nombre debería ser INMENZO, pues de gloria me hizo inmensamente rico..”, cierra Ignacio Copani, reconocido hincha de River, una de las estrofas de la canción dedicada a Francescoli.

Sin dudas, El Uruguayo fue, es y será un ídolo del fútbol, reconocido por los mejores, una persona que traspasó camisetas cumple un año más y este fue el pequeño homenaje que le brindamos desde TR.

Por Ramiro Monteverde Larrouyet (@ramamonteverde)

miércoles, 6 de noviembre de 2013

San Lorenzo vencía a El Porvenir y volvía a Primera

El 6 de noviembre de 1982, en cancha de Vélez Sarsfield, San Lorenzo concretaba su ansiado regreso a la Primera División gracias a su triunfo por 1 a 0 ante El Porvenir con un gol de Rubén Darío Insúa de penal, a los 36 minutos del segundo tiempo, y de esa manera abandonaba una categoría que lo tuvo solamente un año pero que para sus hinchas pareció mucho más tiempo.

Aquel campeonato de 1982, tenía 22 equipos divididos en dos zonas, jugaban todos contra todos a lo largo de dos ruedas y el que sumara más puntos ascendía en forma directa, lugar que ocupó San Lorenzo con 57 puntos.

Juan Carlos Lorenzo fue el técnico que empezó el ciclo en el Ascenso con el “Ciclón”, pero antes de la fecha 18 se marchó a Vélez y el mando lo tomó José Yúdica, quien debutó el 13 de junio, casualmente, frente a El Porvenir en cancha de Independiente, con una victoria por 3 a 0.

Oscar Quiroga, Osvaldo Biain, Héctor Osvaldo López, Pablo Comelles, Rubén Darío Insúa, Hugo Moreno, Héctor Raúl López, Armando Quinteros, Jorge Rinaldi, Miguel Batalla y Eugenio Morel Bogado, fueron los 11 titulares ese 6 de noviembre en cancha de Vélez.

Para salir campeón, San Lorenzo debía, al menos, empatar contra El Porvenir. El “Ciclón” jugó mal, plagado de nervios e imprecisiones, pero a los 36 minutos del segundo tiempo, Rubén Darío Insúa, de penal, le dio la ventaja al local que de esa forma se consagraba. 

Siete minutos después, los hinchas azulgranas invadieron el campo de juego y empezaron la fiesta por el ascenso, dos fechas antes de la finalización de un torneo en el cual tuvo como goleador al joven Jorge Rinaldi, quien convirtió 16 goles en ese certamen.

Un año duró el paso de San Lorenzo por el Ascenso. Batió todos los récords de recaudaciones y fue un cómodo campeón de ese torneo, pero a 31 años de este hecho, muchísimos hinchas se acuerdan del sufrimiento y dolor que fue ver a su equipo en otra categoría, a la cual bajó por los problemas políticos y financieros que presentaba, pero que logró contrarrestar para el bien de todos los “Cuervos”.

Por Daniel López (@danilopez1414)

martes, 5 de noviembre de 2013

Zinedine Zidane: la magia al servicio del jugador

Como un mago apareció otra vez. Como lo hacía en la cancha, organiza y arma jugadas, está en su ADN. Zinedine Zidane está de vuelta y se encamina para ser en un futuro -no muy lejano- el entrenador del Real Madrid.
"No quería ser entrenador cuando terminé mi carrera, pero de aquello han pasado seis o siete años, y comencé a sentir que quería volver a este fantástico deporte", comentó Zidane tras ser incorporado como segundo entrenador al cuerpo técnico de Carlos Ancelotti en el Real Madrid. El impacto mediático de la final perdida en Alemania 2006 y el recordado cabezazo a Marco Materazzi le habían sacado las ganas. Quería alejarse de la tormenta.
En 2011 las cosas cambiaron y el fútbol paso a ser de vuelta su prioridad. Comenzó en Limoges un curso de director deportivo y el título de entrenador, tras esto nuevos objetivos empezaban a plantearse en la vida de Zizou: "Los cursos me confirmaron mi deseo de progresar".
Ese mismo año, tras la salida de Jorge Valdano como director deportivo del equipo "Merengue", Zidane ocupó su puesto. Ya estaba adentro y con un trabajo más que difícil como primer experiencia: lidiar con José Mourinho. La relación con el entrenador portugués empezó de la mejor manera pero sus diferentes personalidades desgastaron un vínculo que a fines de 2012 ya casi no existía.
Tras una temporada sin alegrías en Madrid, Mourinho abandonó la "Casa Blanca" y en su lugar llegó Carlos Ancelotti, un viejo conocido de Zizou que estuvo con él en su paso por la Juventus. "Carlo ha evolucionado mucho. Era un entrenador joven cuando trabaje con él por primera vez, ahora tiene mucha más experiencia".
Y con Carlo llegó su oportunidad, esa de transmitirle a sus dirigidos lo que hacía en la cancha. Su puesto de segundo entrenador es, según él, "discutir el equipo, su estructura, y para trabajar con los jugadores", como no podía ser de otra manera, siempre en el juego.
El tiempo solo dirá cuando Zizou aparezca con el buzo de entrenador, no solo del Real sino también de su selección con la que fue campeón en 1998. "Sueño con ser el entrenador de la Selección Francesa algún día. Esto no es algo que quiero ahora mismo. Es algo para el futuro. Siempre he sido un hombre paciente y trabajar en Madrid con Carlo es una gran manera de aprender antes de empezar como primer entrenador, que es mi objetivo", afirma.
Zinedine Zidane está de vuelta, pensando cada jugada como cuando lo hacía en la cancha, pero está vez la magia no está en sus pies.
Por Gastón Ninin (@gasty93)