El domingo por la
tarde Boca y Vélez jugaron un partido que, para cualquiera que no sigue la
actualidad del fútbol argentino es un partido para la pelea por el título; pero
hoy ambos tratan de escalar posiciones para terminar lo más arriba posible,
Boca con 14 puntos y anteúltimo y Vélez una posición por arriba del xeneize con
15 puntos. Esto deja claras muestras de que viven una realidad muy similar,
ambos apostaron todo por la Copa Libertadores, relegando el campeonato local.
Se enfrentaban dos
realidades similares pero dos equipos muy distintos, el xeneize que fue
superior a su rival, aún sin la presencia de Juan Román Riquelme, generó una gran cantidad de situaciones de gol
y manejó el partido en todo momento, de la mano del juvenil Juan Manuel Sánchez
Miño que volvió loco a la defensa velezana. Un aspecto positivo para destacar
de Boca, es que cuando le convirtieron (golazo de Federico Insúa) no se durmió
y salió a buscar la igualdad, con un líder del mediocampo como Walter Erviti y
con Cristian Erbes nuevamente en muy buen nivel. Llegó el empate con una gran
jugada por la banda izquierda. Clemente Rodriguez se redimió de su infantil
expulsión el miércoles pasado ante Newell´s y tuvo una buena actuación, sobrio
en defensa y con mucho aporte en ataque.
La falencia de Boca
pasó por algunas desatenciones de la dupla central, principalmente de Matías
Caruzzo quien cometió la falta del gol, también por momentos Lucas Pratto y
Facundo Ferreyra tuvieron libertad para moverse en el perímetro del área, pero
en líneas generales fue un buen partido de Boca en este mediocre Torneo Final.
La delantera tuvo a Nicolás Blandi como siempre intentando participar del juego
además de convertir, y a Juan Manuel Martinez, aún resistido por algunos
hinchas, que lentamente se va reencontrando con su mejor versión que se vio en
el “Fortín”.
Capítulo aparte la
agresión desleal de Fabián Cubero, capitán de Velez, no siendo la primera vez
que actúa de esta manera, aplicándole un codazo descalificador a la figura del
partido Juan Sánchez Miño, que ya no participaba de la jugada y el árbitro del
partido Carlos Maglio argumentó que “no la vio”.
Es importante sumar
en los tres partidos que quedan por el torneo local, y avanzar en la Copa Argentina,
torneo al que no se le da importancia pero que entrega una plaza para el
repechaje de la Copa Libertadores 2014.
El equipo del
“virrey” va entendiendo al técnico, de a poco se ve en campo lo que predica el
técnico más ganador de la historia boquense. Esperemos que el campeonato que
viene, Boca este peleando desde la primer fecha hasta la última.
Por Juan Cruz Aznarez (@aznarezjc)
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